Funis
Nunca quise pertenecer a
o ser dueño de.
Solo soy un poeta descarado con miedo escénico;
y si ya no nos vemos es porque me mudé.
Ahora vivo en algún lugar cerca del invierno de 1997,
entre tu cabeza y la mía.
Conozco la salida ;
pero fuera...
fuera me siento más perdido que dentro.
Aquí no queda nada más de ti que yo.
Apriétame hasta que dejes de llorar, me dijo el bolígrafo y lo reventé.
Mis demonios me enseñaron que la felicidad va en la cara y la tristeza en papel.
¿Te acuerdas cuando pensábamos que el verano no se acabaría nunca,
cuando las heridas se curaban con tiritas y besos?
Ese septiembre nos robó algo más que el sol.
La cuerda que me dejaste junto a la silla
para que me colgase,
la he puesto entre tus ojos y los míos.
Voy a mandar un funambulista por ella
para equilibrar las cosas entre nosotros,
cuando llegue a tu lado te clavará un puñal
pero eh, de verdad
sin rencores.
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