m&m's vacíos
m&m's vacíos
La aguja empezó a saltar justo en el surco de la séptima pista,
la que más me gusta.
El vinilo se paró pero la música siguió sonando dentro de mi,
comprendí que si solo te quedan vienes materiales no te queda nada.
Cuando sacaste el puñal teñido de burdeos
el que estaba clavado en lo profundo de mis sueños,
al fondo del mar por el que navegan mis poemas sin desenlace de la mano de mis problemas inconclusos sobre la barca hecha de los retales de las promesas que me tejiste.
Aprendí a leerlo todo menos a ti
aprendí a desmontarlo todo menos a mi por miedo a no saber montarme después.
Rehusé.
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