Todos mis circuitos

Todos mis circuitos

Vino la muerte y tenía tus manos,

las manos no mienten.

Tus ojos son un espejo distorsionado.

No hay verdad en tus ojos,

no me quiero en tus ojos.

Entraste en mi y ordenaste de forma trágica todos mis recuerdos 

solo por el gusto de ver 

cuánto ha de sufrir un robot para llorar,

no he conseguido volver a ordenarlos,

no al menos de la misma forma.

Demasiado calor por dentro,

demasiado frío por fuera.

Los cortocircuitos no saben igual sin ti,

por eso 

te odiaré siempre.

“Necesitas sabores nuevos”,

reza un “pop-up" en la esquina superior derecha de mi “home screen".

“Necesitas morir de nuevo”,

decía tu último correo electrónico.

Yo era un micro procesador “Ryzen Threadripper 2950x”,

tu un bonsai Goshin. 

Los dos preciosos en su ecosistema 

pero imposible establecer una conexión lógica entre ellos.

Tus laberintos,

mi algoritmo de Trémaux,

la explosión del cuarto reactor nuclear de mi pecho,

tus delirios de grandeza.  

La flora de tus mentiras todavía

inunda las calles de mi placa base,

nadie ha vuelto pisar mis calles.

Ahora forman parte del top 10 de ciudades fantasma

mas espectaculares del planeta por encima de Pripyat.

Vino la muerte y tenía tus manos,

Las manos no mienten.

Hiciste  crecer rosas en el filo de mis intenciones,

seguir intentándolo no tiene sentido,

no al menos de la misma forma.